viernes, 6 de noviembre de 2009

Otoño -1-


Llegó en el rosado manto
del atardecer de un martes.
Llegó sin estruendo,
sin lluvia ni viento.
Sobre las ramas,
quiere desplegar sus alas.
Y yo sólo ansío sepultar
para siempre tu recuerdo
en una tupida tumba
de hojas marchitas.




5 comentarios:

maluferre dijo...

Bonito lo que has escrito.
Pienso que los recuerdos no se deben sepultar nunca...si son malos aprendemos de ellos para no volver a caer en los mismos errores.
Saludos

Isoba (Maite) dijo...

Gracias por tu visita y tu comentario.
Un gran saludo.

Luis Antonio dijo...

Con el tiempo sólo quedan los recuerdos gratos. Esa es la grandeza de la memoria que, para sobrevivir, olvida lo que más duele...

Bonito poema, Isoba

Davinia dijo...

Bello poema, Maite; describes muy bien esa estación que nos hace languidecer en ocasiones...

Lluvias y vientos
nostalgias y pesumbres
cuando apareces.

Saludos. Davinia

Unknown dijo...

Gracias Luis Antonio por tu visita.

Y a ti Davinia, ya poco le queda al otoño para largarse con viento fresco.

Un gran saludo.