martes, 17 de junio de 2008

Exposición monográfica sobre Miró en el Museo Thyssen- Bonermisza.

Desde el 17 de junio hasta el 14 de septiembre el Museo Thyssen propondrá un recorrido por la obra de Miró en el periodo que transcurre desde 1918, año de su primera exposición individual, hasta su muerte en 1983, «cuando ya está solo en Palma, sus amigos han muerto y comprende que la última revelación de la tierra es la muerte». El hilo conductor gira en torno a un tema recurrente en su obra: la tierra. A diferencia de otras interpretaciones historiográficas que subrayan su vinculación con el surrealismo, en esta ocasión la atención se centrará en su fidelidad al mundo rural y pagano, y su fascinación por el exceso, la fecundidad -incluyendo el sexo- y la muerte. La exposición reúne 64 obras del pintor

La masía que la familia Miró poseía en Mont-roig, una población próxima a Tarragona, es el punto de arranque de la exposición. En los veranos de 1918 y 1919 Miró pintó allí una serie de seis paisajes en los que, alejándose del eclecticismo de su primera juventud, desarrolló lo que sería su primer lenguaje pictórico personal. En estos cuadros, testimonios de lo que fue para él una verdadera epifanía de lo rural, todos los detalles están tratados de modo muy minucioso. Esto hace que se nos presenten impregnados de una especie de narratividad (observamos los detalles uno detrás de otro, como en una narración que nos hace ver un mundo fijado por la memoria o la fantasía), y conecta a Miró con lo que fue la primera pintura de paisaje en el siglo XVI, los “paisajes animados”, o narrativos, de Patinir y El Bosco.

Hay cuadros de gran importancia, como «Huerto con asno», de 1918 (prestado por el Moderna Museet de Estocolmo), cuando «Miró ya es Miró». Llorens habla de un «franciscanismo» en su pintura y añade a la raíz que le une con el románico catalán la de los primitivos italianos, sobre todo a Giovanni Bellini y su pintura «San Francisco en el desierto» (1480), cuya semejanza con «Huerto y asno» es esclarecedora, lo que explicaría su concepción de la pintura como una observación detallista de la realidad, lo que supone «la conclusión del proceso de transformación radical de la tradición pictórica del paisaje del siglo XIX», explica Llorens.
Miró, influido por las vanguardias artisticas barcelonesas, cubismo y fauvismo, nos sorprende con unas obras que hasta podrían calificarse como el primer naif, al intentar personalizar estas tendencias.


He traído este cuadro porque me ha recordado en gran manera las pinturas del intradós del Panteón de la Colegiata de San Isidoro de León, dedicadas a labores agrícolas según el mes del año.

---Detalle del Calendario agrícola de San Isidoro de León---

2 comentarios:

RAYITO DE TERNURA- CINE COMPARTIDO dijo...

QUE BUENA INFO EN REALIDAD ESTOY LEJOS PARA IR PERO BUENA INFO IGUAL


HA ME OLVIDABA EN MI BLOG AHY UN RELATO MUY SENSUAL , SEXUAL Y EROTICO ESPERO TE GUSTE Y FIRMES EXCITANTEMENTE LINDO.

BESOS CALIDOS Y TIERNOS

YERMAN - RAYITO

Davinia dijo...

Espero poder verla algún día...

Besos para Aranjuez, Argentina y Madrid